Préstamos no garantizados
Los préstamos no garantizados son una excelente manera de financiar grandes compras o gastos inesperados. Por lo general, son más fáciles de aprobar que los préstamos garantizados, que están respaldados por minicreditos sin nomina activos como una casa o un automóvil. Estos préstamos también pueden ayudarlo a consolidar deudas, ya que pueden pagarse en montos más pequeños y manejables. La desventaja es que los préstamos no garantizados vienen con una tasa de interés más alta.
Puede obtener un préstamo sin garantía solicitando en línea o en persona en un banco local, cooperativa de crédito u otro prestamista. Muchos prestamistas ofrecen un proceso de precalificación en línea, que le permite comparar tasas y ver si califica antes de presentar la solicitud. Si solicita en línea, eliminará la necesidad de completar una verificación de crédito dura.
Generalmente, los préstamos no garantizados requieren un buen puntaje de crédito. Esto se debe a que su crédito es uno de los factores más importantes al decidir si es elegible para un préstamo. Aquellos con un historial crediticio deficiente deben trabajar para mejorar su crédito antes de presentar la solicitud. El uso de una tarjeta de crédito u otras formas de crédito sin realizar los pagos a tiempo puede dar lugar a una calificación crediticia negativa, lo que puede tener graves consecuencias al intentar obtener un préstamo sin garantía.
Además de un buen puntaje de crédito, deberá tener un comprobante de ingresos. Estos pueden ser sus talones de pago o sus estados de cuenta bancarios. Si no está seguro de cómo probar sus ingresos, es posible que desee buscar un codeudor u otra forma de asistencia. Hay muchos prestamistas que aceptarán solicitudes en línea y le brindarán una decisión de préstamo en cuestión de horas.
Debe investigar sus opciones antes de tomar una decisión final. Existen varios tipos de préstamos no garantizados, incluidos préstamos personales, tarjetas de crédito y préstamos estudiantiles. Un préstamo personal es el tipo más común. Se puede usar para varios propósitos, como pagar deudas, financiar la educación y ayudarlo a consolidar sus cuentas. Algunos de estos préstamos son rotativos, lo que significa que tiene la opción de continuar haciendo pagos hasta que se pague el préstamo. Otro tipo común es un préstamo a plazos, que tiene una tasa de interés fija y se puede pagar en cuotas. Sin embargo, si decide obtener un préstamo a plazos, es importante buscar tasas competitivas y plazos de pago flexibles.
Antes de comenzar el proceso de solicitud, reúna toda su información personal. Los prestamistas querrán saber su salario, sus gastos pasados y actuales, así como su historial crediticio. Tener un ingreso estable y una relación deuda-ingreso (DTI) baja aumentará sus posibilidades de obtener un préstamo sin garantía.
Según el prestamista, es posible que deba presentar una tasación u otra documentación de su propiedad. Esto permitirá que el prestamista se apodere de su activo valioso si no paga el préstamo. Alternativamente, puede vender el artículo como compensación por el monto adeudado. Incluso si no lo vende, el prestamista puede perseguirlo a través de una acción legal, que puede incluir el embargo de salario o la incautación de futuros reembolsos de impuestos sobre la renta.